Al hacer balance de nuestro reciente viaje a la Academia de Rafa Nadal nos dejo una SORPRESA, UNA REALIDAD Y UNA REFLEXION.
Una de las principales sorpresas que nos encontramos es que esta experiencia era un “Bucket List” que a priori era casi inalcanzable y ahora es un “sueño hecho realidad” pero la mayoría le podemos cumplir. Muchos de nosotros quizás tengan una idea preconcebida de que es un Centro de Alto Rendimiento exclusivo para jóvenes talentos o profesionales del tenis, pero nada más lejos de la realidad. En RNA, existen programas para cualquier edad o nivel. La infraestructura la integra un hotel con 60 habitaciones, Museo de Rafa (que recoge todos sus éxitos en forma de trofeos, raquetas, y recuerdos de su trayectoria deportiva), restaurante, centro fitness, Spa e incluso 7 canchas de padel.
¿Y los precios? Pues esa fue otra gran sorpresa. Los precios por vivir una experiencia de esta magnitud no son ni mucho menos algo prohibitivo, sino todo lo contrario.
La realidad que pudimos constatar es que la Academia de Rafa Nadal es un Oasis tenístico de prestigio mundial que incluso superó nuestras expectativas. Mas de 40 canchas de tenis de todo tipo ( Indoor, outdoor. tierra batida, rápida, etc…). Vamos que si la Fabrica de “Willy Monka” seria el sueño de los amantes del chocolate, a los aficionados al tenis, les recomendamos que vivan la experiencia de la Rafa Nadal Academy.
Y como siempre nos gusta transmitir lo que el “ojo no ve”. En Manacor encontré la respuesta a una REFLEXION que deriva casi del principal motivo por el que Rafa Nadal me despierta más admiración, y que precisamente no es su talento como jugador dentro de la pista de tenis, sino su NORMALIDAD como persona fuera de ella.
Especialmente viniendo de Miami donde el “Showing Off” o postureo, cuando observo al tenista Manacorí dentro y fuera de las pistas de tenis, una pregunta me invade de manera constante. ¿Como alguien sometido durante tantos años a una presión mediática a nivel mundial, ha sido capaz de gestionar el éxito y fama sin haber perdido el rumbo y manteniendo los pies en la tierra?
La respuesta la encontré en Manacor. Rafa podría residir en cualquier localidad del mundo (Andorra, Mónaco, etc…) e incluso con muchos más beneficios a nivel fiscal.
Pero eligió Manacor, su pueblo natal. Rodeado de los suyos, donde después de cada periplo alrededor del mundo, volver a casa le ha servido para poner otra vez los pies en la tierra. Su habilidad en la cancha de tenis y su tesón le han regalado una vida privilegiada, que yo creo que no agradecería tanto si hubiera salido de Manacor. El aroma de su pueblo y su gente han hecho que no se le levanten los pies del suelo. Al fin y al cabo el tenis es una faceta muy pequeña en la vida. Simplemente es un juego, un deporte que consiste en pasar la bola por encima de la red.
A su vez se ha rodeado de los suyos,; de esos que le quieren de verdad. Los que le aplauden cuando lo hace bien, pero también los que seguramente le digan la verdad que no le gusta oír cuando se equivoca; los que se olvidan de lo que es Rafa Nadal como estrella. Para ellos es Rafa, su sobrino, su hijo, su compañero de clase.
Y después de habernos reunido con parte de su equipo de trabajo solo podemos agradecer su trato hacia nosotros. Su educación, su respeto y su normalidad en las distancias cortas; ni mas ni menos que una extensión de los valores que Rafa predica con el ejemplo. Y por tanto fuera de las cámaras o el ojo mediático quiero agradecer a la gente que integra su equipo. GRACIAS por su normalidad!!!